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 Willie B. Planas

Willie B. Planas. Emociones crudas

El también guitarrista de The Pauls, Willie B Planas, presenta The Great Divide (Two Mad Records, 2011) un álbum de debut que se desnuda de instrumentos para enseñar a media luz, una emoción que no tiene nada que ocultar.

Resulta que detrás del chico de The Pauls se escondía un compositor y letrista..

Siempre consideré la composición como una prioridad antes que nada, lo que ocurre es que tocar música te aporta unas emociones diferentes muy positivas y gratificantes, y cuando tuve la oportunidad de unirme al proyecto que Carlos Oliver estaba creando con The Pauls, me pareció que volcarme en ello era lo mejor para mi desarrollo como músico. La composición siempre estuvo ahí, lo que pasa es que simplemente ahora he dado el paso de publicar un primer álbum de mis canciones por mi cuenta.

¿Cuál fue tu peor temor, mientras estabas en el tránsito a tu disco en solitario?

Ninguno, porque The Pauls es una experiencia aparte de mi vida como músico muy importante de la que disfruto y aprendo muchísimo en la comunicación con unos músicos excelentes. Es un proyecto que sigue ahí y que, aunque nunca se puede saber, tengo la intuición de que durará unos cuantos discos más.

Parece que es un buen momento para hacer folk...

No se si yo hago folk porque no busco en las fuentes tradicionales. Creo que eso tiene que ver más con el hecho de que este disco se presente en formato acústico. Quizá hoy día con el boom de la electrónica existe una demanda de lo que algunos llaman "música orgánica". Creo que la gente tiene un poco de sed de ese tipo de emociones más crudas. Pienso que todos los géneros son ideales para hablar de sentimientos, lo que ocurre es que cuando bajas la voz en el discurso quizá cobra una importancia extra el mensaje que tratas de transmitir.

Hablando de sentimientos, últimamente hay cierta tendencia hacia el porno emocional...

No lo voy a negar, pero también te diré que en este caso no es gratuito. Creo que uno no puede pensar demasiado en como cuenta las cosas, quizá es preferible decirlo a tu manera y con tus palabras y sacarlo rápido antes de que se te olvide.

¡Y también desnudo de instrumentos!

Es una obsesión en la que sigo indagando. Me libero cuando considero que la canción puede defenderse sola y desprenderse de arreglos e incluso estructuras. Al final queda reducida a la mínima esencia para que en el momento de su interpretación se pueda improvisar libremente. Es sin duda lo más importante que creo ha aportado el  Jazz a la música durante el siglo XX, no como estilo sino como concepto. La experiencia más positiva de la grabación del disco ha sido que los temas podían haber sonado de forma muy diferente si se hubiesen grabado cinco minutos antes o después de cuando se hizo, porque carecían de arreglo premeditado.

Hablemos del título. ¿Somos incapaces de retroalimentarnos lo bueno entre todos?

Si, el título hace referencia a un verso de una de las canciones "I might get into something". En el contexto de la canción tiene el sentido de esa gran línea divisoria geográfica. Creo que sí que nos retroalimentamos lo bueno entre todos; lo que pasa que lo hacemos a velocidad de tortuga y a veces bailando hacia atrás, como Michael Jackson.

Texto: Teresa Garrido

 

Willie B. Planas. Emociones crudas