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El reto hecho poema
 
 
He visto la muerte en vida cuando no hay motivaciones mayores a la tristeza. Cuando los ojos no escuchan el silencio de la tarde. Cuando el oído no huele cada mañana al amanecer la tierra que está mojada. Cuando la boca no ve la música que embriaga la oscuridad en la noche. Porque la poesía es el universo que precede al poema, es la causa del movimiento, la chispa que prende la chimenea diaria de nuestra existencia. La poesía es lo que llevó al Cervantes a crear a Don Quijote o lo que llevó a Alonso Quijano a crear a Dulcinea.
 
Motivaciones intrínsecas del alma, deseos inconfesables. Estimulaciones extrínsecas de la vida porque no hay una historia si no hay conflicto, no hay teatro. Porque no hay más motivación que la muerte que aguarda a la vida para creer en cada segundo en tus piernas, en tus ojos, en lo que hay más allá de tus muslos. Si puedo respirar aún, es que estoy lleno aire para hacerme el boca a boca aun con un solo suspiro tuyo. Yo busqué en ti mi desafío, la poesía para poder respirar cada día ¿Lo encontré? Nunca. Ese es el gran misterio.
 

EDITORIAL. El reto hecho poema