Por Tere Vaquerizo

 

La actriz catalana cambia su rubia cabellera por una peluca negra para meterse en el papel de Morticia, la gótica matriarca de La Familia Addams. La comedia musical de Broadway llega al Teatro Calderón de Madrid. 

 

¿Una mañana te despiertas y eres Morticia Adams? La verdad es que ha sido un regalo de la vida, de estas veces que se ponen de acuerdo los astros y ocurren estas cosas, y también ha sido gracias a mi amigo Esteve Ferrer, el director. Él y yo ya habíamos trabajado juntos en otros proyectos, entre ellos el musical Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré. Cuando le ofrecieron dirigir La Familia Addams pensó que yo podría ser Morticia y se lo propuso a los productores. 

 

¿Cuánto tiempo de ensayo requiere un espectáculo así? Vamos a ensayar 45 días, que realmente no es mucho. Eso sí, trabajamos casi siete horas al día. Y se ensaya en varias salas: en una hacemos las coreografías, en otra las canciones… es como si estuvieras en la escuela de Fama, en la que haces un poco de todo.

 

¿Hay algún número que te guste especialmente? Hay números tan brillantes, tan buenos, tan divertidos… No podría escoger uno, quizás el número inicial, me gusta mucho porque estamos todos en escena y es muy divertido. No puedo evitar morirme de risa cada vez que lo bailamos. Me lo estoy pasando genial.

 

En tus inicios estudiaste teatro musical en Nueva York… Sí, en mi época te tenías que ir a estudiar fuera, no existía la escuela de arte total, sólo existían en Nueva York. Pedí una beca y gracias al Comité Hispano Norteamericano pude ir allí a estudiar teatro musical, y para mí fue increíble… Estamos hablando del año 89, aquí empezaban a despuntar escuelas intentando hacer este modelo de escuela multidisciplinar que existía en Estados Unidos. Hoy día hay muy buen nivel de escuelas, no sólo en España, también en Europa, ya no hay tanta diferencia. 

 

¿Cuál es tu musical favorito de todos los tiempos? La Ópera de Cuatro Cuartos de Bertol Brecht, concretamente el montaje de Mario Gas. Y Sweeney Todd, dirigido también por Mario. Y con el que más he disfrutado interpretándolo yo es Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré, un musical de pequeño formato, pero con un gran texto. Es de los papeles más gratificantes que he hecho.

 

¿La emoción sigue siendo la misma a la hora de subir al escenario? No es la misma, es más. Cada vez estás mas nerviosa porque hay más presión, la gente espera más, pero también hay mas seguridad y más emoción, todo sube. La responsabilidad es muy grande porque estás diciendo las palabras de alguien que ha escrito eso con todo el amor. Tengo la fortuna de poder transmitir sus palabras al público y eso es un gran privilegio.